
Patricia Sosa, cantante y compositora, en diálogo con María Areces recordó al Papa Francisco y su encuentro durante un recital que se realizó en el Vaticano.
En Al fin y al cabo, contó que “en 2014, para el Día de la Virgen de Guadalupe, os invito el Papa a mí, a Facundo Ramírez y a todo el grupo que estábamos haciendo la Misa Criolla, para cantarla. Fue el primer concierto de la historia de la humanidad de música no litúrgica adentro de San Pietro”.
Explicó que “era muy difícil estar cantando ahí para mí. Yo me puedo poner nerviosa para hacer un huevo frito, pero para cantar no me pongo nerviosa. Pero esa espectacularidad, el coro de la Capilla Sixtina, 800 obispos que entraban y atrás venía el Papa, rodeado de cinco cardenales. Y a mí me empezó a temblar el cuerpo. Se me empezó a secar la boca”.
Recordó que cuando tuvo cerca a Francisco “a un metro y medio, me mira, me guiña el ojo y me levanta el pulgar. Eso no me tranquilizó. A mí se me hizo un nudo en la garganta”.
La cantante contó que “había un maestro de ceremonias que me indicaba cuándo cantar y al Papa cuándo hablar. Y me dice, la veo un poco ansiosa, pero tenga en cuenta que nos están mirando 800 millones de personas. Eso fue un golpe en la cabeza”.
Sobre Jorge Bergoglio, dijo que “era tan cercano, cuando terminamos de cantar, se acercó a nosotros, nos miró uno por uno, y le leímos los labios, gracias y nos bendijo, y ahí me largué a llorar”.
Sobre la muerte del Santo padre, expresó que está “triste, era un desenlace que uno esperaba, pero es un Papa argentino, un Papa revolucionario, que dio cosas a la humanidad que no se esperaban. Puso en tela de juicio las acciones, los delitos sexuales de la Iglesia, habló de los homosexuales abriéndole los brazos, habló de cosas que no se hablaban y que se juzgaban. Y dijo, la Iglesia es para todos, es decir, un Papa que hizo política. Fue tan discutido por hacer política y Jesús también hizo política”.