El Sumo Pontífice tuvo su funeral en el Vaticano. Mientras tanto, el Arzobispo Jorge García Cuerva dirige el sentido homenaje desde las 10 de la mañana.

El país también despedirá al papa Francisco con una misa exequial que tiene lugar, desde las 10, en la Catedral de la Ciudad de Buenos Aires. El Arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, confirmó la ceremonia y sostuvo que este evento será el centro de los homenajes, donde los fieles podrán despedirse espiritualmente del último líder de la Iglesia católica, que luchó por transformar a la milenaria institución.
Cientos de seguidores y fieles asisten en este momentos en las afueras de la Catedral Metropolitana, que desde este viernes enfrentaba preparativos entre vallados y operativos policiales.
El papa Francisco es despedido en la Catedral Metropolitana
Se espera la presencia de 200 invitados, entre ellos el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, y la vicepresidenta de Argentina, Victoria Villarruel.
“Lloramos porque se murió el padre de todos, porque ya sentimos en el corazón su ausencia física, porque nos sentimos huérfanos, porque no terminamos de dimensionar su liderazgo mundial, porque ya lo extrañamos mucho”, comenzó en su discurso García Cuerva.
“Recordemos las palabras del Papa cuando nos decía ‘al mundo de hoy le falta llorar’. Lloran los marginados, aquellos dejados de lado, los despreciados, pero aquellos que llevamos una vida sin necesidades no sabemos llorar (…) por eso hoy lloramos a Francisco, con el dolor que nos une como pueblo”, continuó.
García Cuerva enumeró que Francisco a lo largo de su pontificado “desenmascaró proféticamente a varios demonios que hacen sufrir mucho la humanidad” y comenzó por hablar de la guerra: “Francisco nos decía ‘como hombre de fe. creo que la paz es el sueño de Dios para la humanidad. Sin embargo constato que lastimosamente que por culpa de la guerra ese sueño maravilloso se ha convertido en una pesadilla'”.
“Desde el punto de vista económico la guerra trae más que la paz, favorece la ganancia de unos pocos en detrimento del bienestar de la población. El dinero gastado para la venta de armas el dinero manchado con sangre inocente. Hace falta más valor para para buscar la paz que para hacer la guerra”, fueron las palabras de Francisco recordadas al respecto.
El demonio “del desencuentro” fue otro que desenmascaró Francisco en palabras de García Cuerva: “El Papa alertaba sobre la ebullición de formas insólitas de agresividad, insultos, maltratos, descalificaciones, latigazos verbales hasta destrozar la buena fama del otro o lo que el llamó el terrorismo de las redes“.
“Ante tanto demonio dando vuelta, el testimonio de Francisco fue un faro que iluminaba la oscuridad, una voz profética que resonaba ante tanto silencio cómplice”, apuntó.
García Cuerva recordó cuando Jorge Bergoglio comenzó su camino como obispo en la Catedral, en 1998 y contextualizó: “Buenos Aires venía a reconciliarse con la Confederación Argentina del fraterno pacto de Unión rubricado en San José de flores en 1859”.
Y continuó: “Hoy quisiera que volvamos allí nuestra mirada, imaginemos el abrazo que nos debemos como argentinos, el que le negamos al que piensa distinto o al que tiene otras costumbres o modo de vivir, el abrazo que no compartimos con los que sufren”.
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