Desde el corazón de Roma: el emotivo testimonio del sacerdote riojano Diego Olivera tras despedir al Papa Francisco.
El joven sacerdote, vicario en Chilecito, relató su conmovedora experiencia desde Roma tras visitar la tumba del Papa Francisco. “Me quebré en lágrimas”, confesó en una emotiva charla con Medios Provincia.
En un diálogo cargado de emoción con Medios Provincia, el padre Diego Olivera, sacerdote de la provincia y actual vicario de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús en Chilecito, compartió su vivencia en Roma tras la pérdida del Papa Francisco.
Desde el corazón del Vaticano, Olivera narró: “Llegué ayer a Roma, viajé solo, aunque aquí me encontré con algunos amigos. Hoy pude visitar la tumba de nuestro querido Papa Francisco en la Basílica Santa María la Mayor. Crucé la Puerta Santa, y no pude contener las lágrimas al acercarme a su tumba, fueron lágrimas de dolor y gratitud”.
La emoción del joven sacerdote, que apenas lleva nueve meses de ordenación, refleja el impacto personal y espiritual que tuvo el pontificado de Francisco en su vida: “Toda mi formación como seminarista y ahora como sacerdote estuvo marcada por él. Francisco nos enseñó más con gestos que con palabras: la misericordia, la esperanza, la cercanía. Hoy siento la enorme responsabilidad de seguir ese legado”.
Durante la conversación, Olivera también transmitió una bendición especial a todos los riojanos y argentinos, recordando especialmente a los enfermos y afligidos.
Finalmente, adelantó que permanecerá en Roma dos semanas más antes de regresar a Chilecito, agradeciendo el acompañamiento de su comunidad y enviando un emotivo saludo a su familia.
La partida de Francisco dejó una herida profunda en los corazones de millones. Y en el testimonio de Diego Olivera, se refleja el amor y compromiso de toda una generación de nuevos pastores formados bajo su luz.