El ex futbolista murió a los 36 años. Hacía nueve que luchaba contra el Síndrome de Wilson. Estaba internado desde el viernes y se complicó su cuadro.

Kondratiuk había ingresado al sanatorio el viernes pasado y permaneció en una sala de terapia intensiva hasta la madrugada de este lunes, cuando se produjo su muerte.
San Martín de San Juan y Atlanta, dos de los clubes en los que jugó, lo despidieron en las redes sociales, como también el intendente de La Plata, Juan Garro, quien escribió: «Profunda tristeza por la noticia del fallecimiento de Maxi Kondratiuk. Un ejemplo de lucha y fortaleza. Acompaño a sus familiares y seres queridos en este difícil momento».
Kondratiuk surgió de las divisiones inferiores de Gimnasia y Esgrima La Plata y debutó en primera división con esa camiseta en 2003 pero siete años después, cuando había sido transferido a un club de ascenso de Italia, experimentó los primeros síntomas de una extraña enfermedad.
De vuelta en La Plata, el ex futbolista recibió el diagnóstico: Síndrome de Wilson, una patología que afecta a una de 30.000 personas, que provoca que el cuerpo absorba y conserve demasiado cobre.
Esa sustancia se deposita en el hígado, el cerebro, los riñones y los ojos y genera que los órganos afectados dejen de funcionar con normalidad.
Con el desarrollo de su enfermedad, Kondratiuk quedó en silla de ruedas, perdió el habla -se comunicaba por escrito mediante una computadora- y experimentó dificultades para ingerir alimentos.
Su ejemplo del lucha lo llevó a escribir el libro «Honrar la vida», que presentó con la presencia de personalidades del fútbol, entre ellas, la del presidente de Estudiantes, Juan Sebastián Verón.