Las muertes se produjeron en prácticas de ayuno extremo promovidas por una secta religiosa en un bosque del sureste del país. Los primeros resultados de las autopsias establecieron causas por asfixia y hambre.
El número de muertos en prácticas por la iniciación en un culto religioso en Kenia ascienden a más de 200 tras el hallazgo de 22 nuevos cuerpos, informaron fuentes gubernamentales de dicho.
La prefecta regional, Rhoda Onyancha, informó además que 26 personas ya fueron detenidas en relación con la masacre del bosque de Shakahola, entre ellas el extaxista Paul Nthenge Mackenzie, “pastor” de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva, que incitaba a sus adeptos a prácticas de ayuno extremo para “encontrar a Jesús”.
Las autopsias realizadas a las víctimas encontradas en un bosque del sureste de Kenia, donde se reunía una secta evangélica, revelaron la falta de algunos órganos, que se suman a los primeros resultados donde se establecieron las causas de muerte por asfixia y hambre.
“Informes de autopsia revelaron que faltaban órganos sobre algunos cuerpos de las víctimas que fueron exhumados hasta ahora”, indicó el documento, donde también se menciona “un tráfico de órganos humanos bien coordinado que implica a varios actores”.
Horror en Kenia: quién es Mackenzie, el pastor de la secta religiosa
En abril, más de un centenar de cuerpos, en su mayoría de niños, fueron descubiertos en el en el bosque de Shakahola, al este de África, donde se reunían los fieles de una secta que recomendaba el ayuno extremo para “conocer a Jesús”, según detalló la agencia de noticias AFP.
Las autopsias realizadas a 112 víctimas revelaron que la mayoría falleció a causa del hambre, quienes habrían seguido las predicaciones de Paul Nthenge Mackenzie, un autoproclamado pastor de la Iglesia Internacional de la Buena Nueva.

Fiscales a cargo del caso informaron que el pastor se encuentra detenido y será procesado por “terrorismo”. El jefe de las operaciones de la autopsia, el médico Johansen Oduor, señaló la semana pasada que algunas de las víctimas fueron estranguladas, golpeadas o ahogadas.
En el documento oficial, la Dirección de Investigaciones Criminales (DCI) solicitó congelar las cuentas bancarias del pastor Ezekiel Odero, un influyente religioso que recibió “enormes transacciones en especie”, procedentes de las cantidades entregadas por los fieles a Mackenzie, quien les había pedido vender sus propiedades.
Odero fue detenido el 28 de abril por este caso y liberado el jueves bajo fianza.
FUENTE: C5N