Gustavo Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires, vicario pastoral para las villas y amigo de Jorge Bergoglio, mantuvo comunicación con La Mañana de Provincia en el marco de los 10 años del pontificado del Papa Francisco. Mirá la nota.
En comunicación con Medios Provincia, el obispo recordó: «Hace 10 años yo vivía en la Villa de Bajo Flores, venía en un remis llegando la barrio, escuchando las noticias, justo se informaba que se había elegido el Papa y que salía humo blanco de la chimenea de la Basílica de San Pedro, y apresuré el paso para llegar a la capilla, prendí la television con los compañeros que estábamos en el lugar y hubo una emoción grande cuando se anunció el nombre del cardenal Bergoglio. Nos abrazamos con los curas que estábamos allí».
«Hoy después de 10 años creo que fue providencia de Dios, el Espíritu Santo suscita a un hombre que puede anunciarnos el evangelio de Jesús para la iglesia y el mundo de hoy. Francisco se convierte en un profeta hoy en día de lo que es la vida humana y cómo respetar los derechos de los más necesitados», manifestó el obispo Carrara.
«El Papa Francisco ha marcado un aspecto en la iglesia mundial de cómo predicar el evangelio de modo sencillo y concreto, también empezando por los gestos. Hay una frase de San Francisco de Asis que dice ‘Predicar el evangelio, cuando haga falta usar las palabra’. El papa muestra gestos de amor hacia las personas»
