El doctor Sebastián Ferreiro, neumonólogo de la sección de inmunología y enfermedades obstructivas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, dialogó con el equipo de La Mañana de Provincia acerca de la enfermedad inflamatoria respiratoria crónica que afecta a aproximadamente 4 millones de argentinos. Mirá la nota.
El pasado martes 2 de mayo se conmemoró el Día Mundial del Asma. Una enfermedad que fue descrita por el médico griego Hipócrates hacia el siglo cuarto antes de Cristo, en la Argentina sigue provocando 400 muertes al año en el siglo 21, aun cuando existen buenos tratamientos para que los pacientes desarrollen una vida normal.
En comunición con Medios Provincia, el neumonólogo Sebastián Ferreiro, señaló: «Diagnosticarlo y manejarlo puede permitir llevar una vida completamente normal. Es muy feo tener falta de aire y quienes lo padecen lo pueden contar, pero tenemos herramientas para asegurar que la gente tenga una vida normal, haga actividad física y lleve su actividad laboral con normalidad».
Asimismo, indicó: «Afecta a todas las edades, en niños y adolescentes alrededor de un 9% u 11%, bastante frecuente y un poquito menos en los adultos, por lo tanto el impacto es grande en nuestra población. Puede aparecer a cualquier edad».
«La persona nace con la condición asmática, tiene esa predisposición y puede ponerse de manifiesto en cualquier momento de la vida. La condición está y, sin animos de asustar, no es curable, pero es 100% manejable», remarcó el doctor.
«Hay algún grado de riesgo de vida en esto, por lo que el tratamiento es fundamental, y es clave no interrumpirlo cuando uno se siente bien»
En Argentina, unos 4 millones de personas sufren asma y, según estimaciones de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), la mitad no lo sabe. Como consecuencia de ello y, también, de la falta de prevención y de acceso a la medicación adecuada, 1.250 asmáticos por mes terminan internados (15 mil por año) y una parte de ellos pierde la vida.